Stratigraphy of SPAIN and beyond - history, monuments, ideas, arts & crafts

sábado, 16 de octubre de 2010

Mándala Visigoda en Placa Estampada


Cultura del reino visigodo hispánico (2)

- Interpretando cosmología paleocristiana -
















La placa decorada de arcilla roja en la foto tiene 27x36cm y procede de la aldea de El Hoyo, Belméz, unos 70 km. NO de Córdoba ciudad. Se ve expuesta en la colección permanente del Museo Arqueológico de Córdoba (1)


También llamados ladrillos estampados, se han encontrado objetos de este tipología en diferentes puntos de Andalucía, procediendo de los siglos IV-VII d.C. es decir época romana y visigoda. Su uso exacto es todavía debatido, pero la sugerencia de A. Caro Bellido (Universidad de Cádiz) me parece probable:

Los fragmentos de Lebrija, y otros con caracteres similares, definidos por presentar dos bandas lisas en los lados menores del rectángulo, por tanto, paralelas entre sí, denominadas tabicas, sirvieron para adornar la techumbre de una estancia supuestamente laica, rellenando el espacio existentes entre las vigas de madera, a modo de casetones, en lo que sigue un sistema llamado en términos generales de “ladrillo por tabla”; las tabicas descansaban en la vigas mientras que la decoración en relieve quedaba vista, creándose así un bello contraste, sin duda acentuando gracias al hecho de que los motivos estuvieron pintados a base de agrama u óxido de hierro” (2)

Otros autores creen en un uso funerario de las placas, no obstante el contexto del hallazgo en el Hoyo ha sido como los citados de Lebrija: entre restos arquitectónicos.

La simbología del motivo

Ojeando los artículos entre las referencias abajo, sobre todo (4), se ve un gran repertorio de diferentes motivos sacados con la técnica de estampilla. Algunas de los más sencillos se pueden quizás cualificar como meramente decorativas, la repetición cuatro veces siendo un derivado directo del forma cuadricular. Sin embargo mirando al casetón de el Hoyo el espectador se topa inmediatamente con uno de las imágenes paleocristianas más conocidos: la paloma. Que tengamos dos de ellos cruzadas no es nada típico, y aumenta más aún la sensación de tener todos los detalles de la superficie cargado de sentido simbólico.

La primera descripción publicada en 1919 poco después del hallazgo por Enrique Romero de Torres propone ya una interpretación:
“ (...) aparece dentro de un rectángulo cuadrado un círculo en cuyo centro se ven dos palomas enlazadas en forma de cruz, uniéndose a la línea de la circunferencia los vástagos de cuatro hojas de yedra o de corazón y el espacio que media entre cada una de ellas está ornamentado con pequeños adornos semejantes a una estrella o flor cuadrifolia.
El simbolismo cristiano de esta baldosa, (…) resulta interesante; pues las palomas cruzadas dentro del círculo parecen representar el Amor Divino y Eterno, y las hojas de yedra, cuyos vástagos van unidos á la circunferencia,
el amor terrenal que nace de aquél y la unión de ambos amores, el amor humano con el amor de Dios.
" (3)

O sea se trata de un especie de mapamundi espiritual expresando la relación ente Dios, el hombre y el mundo; de aquí el título del presente ensayo: La palabra mándala, literalmente "circulo" en sánscrito, significaba originalmente imágenes geométricas multicolores, utilizadas en el hinduismo/budismo. Parcialmente debido a C.G.Jung, en el ultimo medio siglo la palabra ha ganado acepto en algunas sectores de la cultura occidental para designar una representación gráfica del universo en general, desde la perspectiva humana y normalmente exhibiendo alto grado de simetría. Se trata pues de una herramienta visual, una ayuda al mente para meditar, y como tal ha existido independientemente en casi todas edades y culturas, también en Europa. Lo único es que aquí no tenia designación propia, por eso hemos importado la palabra mándala. ¡Pero ojo! siendo prestado la palabra, no hay necesariamente una connotación de cultura co-importada del Sureste Asiático… prometo que se puede seguir leyendo sin peligro de encontrarse de repente con la teoría "Jesucristo en la India".

Lo que si considero necesario son algunas pasos adicionales en la digamos desempaquetación y actualización del mensaje en el casetón, sobre todo respeto a los cuatro “estrellas” entre las hojas, a los que la ficha técnica del museo llama “astas”. Su significado me parece clave, sin embargo no me suena haberlos visto descifrados explícitamente por ninguna parte. Pero antes repasaré los otros elementos intentando meterme en la visión del hombre tardoantiguo/medieval, sin perder de vista mi propia contemporaneidad.

Contemplando la placa, entre todas las partes del motivo lo mas dominante es el circulo central; su trazo es lo que es lo mas grueso por lo tanto lo que mas resalta y salta a la vista. La perfección del círculo expresa unánimemente lo divino – sinónimos de lo cual son lo celestial, lo eterno y el absoluto; a unos les gustara más una palabra que otra, según disposición individual hacia terminología religiosa o filosófica. Es lo bueno que poseen los símbolos: en nuestro contacto directo con ellos no tienen porque intervenir palabras… solo en el momento que nos ponemos a hablar sobre ellos. El hecho que el trazo del circulo sea lo mas marcado indica que para el hombre de antes la existencia de lo divino era lo más claro, lo más lógico - mucho más que cualquiera otra cosa. Y no por piedad o falsa moralidad, simplemente veían el mundo así. “Lo extraordinario no es que haya un Dios. Lo extraño es que exista cualquier otra cosa en el mundo que Dios.” (5)

La paloma es arcaicamente un símbolo del espíritu santo, luego de la sencillez evangélica (6); de todos modos algo central y esencial en lo divino. A modo que una pequeña “x” marca el punto céntrico de un circulo geométrico, las dos palomas cruzadas forman aquí el centro, digamos “la quintaesencia” del circulo de la eternidad / divinidad / celestialidad.
Salen cuatro hojas con forma de corazón hacia las esquinas, las bordes externas dibujando las esquinas de un cuadrado – forma que se acentúa con las líneas del marco. Cual era la simbología de esa forma? Pues “durante la Antigüedad y la Edad Media, el cuadrado fue considerado como el símbolo de la Tierra, por oposición al Cielo; es el símbolo del universo creado.” (7) Añadiría que el cuadrado/rectángulo también me parece un símbolo adecuado y actual de lo creado en general, aunque sea por el hombre. Una hoja de papel, la pared de una casa, un cuadro, una pantalla… son todos elementos con dos y dos lados paralelos; es la forma mas clara e inmediata para la mente humana cuando necesita manejar un pedacito de espacio.

La forma acorazonada de las hojas ha conducido Romero de Torres en su interpretación “amor terrenal”; yo daría aquí un significado mas amplio, considerando la imagen simplemente como cuatro plantas.

Permítanme aquí un ligero digresión al campo de la lingüística. La palabra “planta” es idéntico en todos los idiomas indoeuropeas (español, ingles, alemán etc) viniendo de latín, "donde se referiría al parte del pie que toca al suelo. Plantar (del verbo latín “plantare”) o estar plantado es quedarse allí mismo donde los pies tocan el suelo. Así igual una planta (vegetal) que echa raíces y queda en un mismo lado." (8) Curiosamente en algunas idiomas non-indoeuropeas la palabra empleada tiene una etimología diametralmente opuesta. En húngaro “növény” tiene raíz en el verbo “crecer”, la palabra estándar por “planta” significa pues literalmente “lo que crece”. En árabe ocurre algo parecido; la palabra “naba:t” estando derivado del verbo “alejarse”. Creo que el valor simbólico de la planta como tal reside en estas significados, expresando "el nacimiento perpetuo, el flujo incesante de la vida" (9). Aunque hoy en día conocemos todos los pasos moleculares del fotosíntesis, nos debe seguir maravillando el proceso que convierte luz y aire en materia viva, fundamento imprescindible de todo lo demás seres en la tierra. Proyectando estas ideas sobre nuestra placa visigoda, no creo pues demasiado excesivo identificar a los cuatro hojas con el mundo material en su totalidad.

Y ahora llegamos a los cuatro “astas” o “estrellas” entre las hojas. Yo veo en ellos simplemente cuatro “x”-es, es decir cuatro puntos geométricos con la indicación de la conexión entre si y con las paredes del marco. Si dibujamos mentalmente las líneas así indicadas tenemos un cuadrado, que justamente tiene el circulo central inscrito y está girado 45 grados en relación con el cuadrado del marco exterior. Pero que es esto y para que? – preguntará posiblemente mi lector paciente, que todavía sigue el texto. Se trata de nada menos que un símbolo de el hombre! Vamos a ver porque.

Los cuatro “x”-es están dispersos entre las plantas, es decir en el campo de la materia. Plantado en el mundo material pero solo teniendo otorgado una manchita de tiempo, el ser humano es bien efímero, igual que puntos en el espacio que no tienen ni altura ni anchura solo ubicación, en las matemáticas se habla de objetos 0-dimensionales. Presencia real solo cobra la figura de los cuatro puntos si se conectan entre si – alrededor del circulo; es decir la existencia del humano es solamente real si se fundamenta en lo divino/absoluto. Además las líneas cruzadas que forman los cuatro puntos tienen paralelo evidente con las palomas cruzadas en el centro, la esencia divina.

Tal es pues mi interpretación de la placa estampada de Córdoba, la segunda de mis textos subjetivos sobre la Cultura del reino visigodo hispánico. El primero era esa. En la siguiente entrega cambiaré la comarca a Toledo para presentar mi punto de vista a uno de los destacados miembros del tesoro de Guarrazar.
Referencias


(1) No. de Inventario: CE003970 en el Museo Arqueológico de Córdoba. La ficha técnica entera sale como la cuarta buscando a “placa decorada” en el campo “Objeto” aquí (primero hay q darle a "Acceder al buscador domus »")




(3) Enrique Romero de Torres: «Nuevos descubrimientos arqueológicos en la provincia de Córdoba», Boletín de la Real Academia de la Historia, LXXXIV, pp. 135-140, Madrid 1919




(5) Béla Hamvas, ensayista húngaro, citado libremente de memoria.


(6) Lo del símbolo de la PAZ como tal ha sido introducido solamente en el siglo XX; según Aquilino Duque inventado por Picasso (El Suicidio de l Modernidad).








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